COLUMNA PUBLICADA EN EL PERIODICO EL MUNDO SOBRE LA INVESTIGACION CULTURAL PINCELADAS SOBRE LA CULTURA FRONTINEÑA


LA CULTURA FRONTINEÑA

Por: Sergio Esteban Velez

Recientemente, tuve el honor de ser escogido para prologar la investigación “Pinceladas sobre la cultura frontineña”, a través de la cual el escritor y líder de ese ilustre municipio, Carlos Alberto Díaz López, explora y presenta la riqueza cultural de la cual se enorgullecen sus habitantes.

Frontino es, por derecho, de gran significación en el desarrollo del Occidente Antioqueño y de la antioqueñidad misma. Y sí que es meritoria la empresa de rescatar la historia y la cultura de ese municipio, pues, como nos escribía hace poco el historiador frontineño Germán Suárez Escudero, el primer conglomerado español de la provincia de Antioquia floreció a partir del 7 de septiembre de 1542, en el valle de Nore, hoy sector de Manguruma del municipio de Frontino

Vale la pena destacar, además, que en Frontino se establecieron el primer hato lechero y el primer cultivo de caña de azúcar de nuestro departamento. Y no puede olvidársenos que de este municipio han surgido humanistas e intelectuales de la talla de Guillermo Gaviria Echeverri (alma y cerebro de este diario), Hernán Toro Agudelo, José María Rodríguez Rojas, Héctor Cadavid Elejalde, Andrés Nanclares Arango, Diego León Arango, Ramón Elejalde Arbeláez y el ya mencionado Germán Suárez Escudero.
Esta obra complementa la excelente Monografía de Frontino, que publicó hace unos años el eminente hombre público y columnista de EL MUNDO Ramón Elejalde Arbeláez, con la particularidad de que el trabajo de Díaz López se enfoca netamente en el panorama artístico y cultural de la ciudad del Cerro Plateado.

A lo largo de casi 400 páginas, Díaz expone una selección de lo más destacable de los aportes que frontineños han hecho a las artes y a las letras y nos abre a la vez un variado abanico de las tradiciones culturales y folklóricas de su pueblo, al estilo del “Testamento del paisa”, de nuestro amigo Agustín Jaramillo Londoño. El autor, nutrido por el modelo del libro “Hilando memorias” (sobre los artistas bellanitas), comenzó esta investigación, en enero del 2003, impulsado por el ánimo de dar a conocer el valor de tantos frontineños que, a pesar de estar llenos de talento, son ignorados. Así, Díaz se sentó a sondear toda la bibliografía existente al respecto y procedió a contactar a los personajes que aún estuvieran con vida. Y su satisfacción creció, a medida que se iba ampliando su registro de frontineños de excelencia en la poesía, la música, la pintura, la danza, el teatro y en otros géneros, como la trova y la artesanía. ¡Más de 250 personajes! Muchos de ellos no residen en Frontino, desde hace años, por lo cual el papel de Díaz fue doble, pues, además de divulgar el trabajo de los mejores representantes culturales de ese municipio, se encargó de acercarlos nuevamente al mismo y de invitarlos a interesarse más por los procesos artísticos que en esa tierra están desarrollándose.
Este apostolado de Díaz en pos de que Frontino “recupere” a muchos de sus hijos más valiosos se ha materializado en innumerables actividades de integración cultural organizadas por él durante su gestión a cargo de la Biblioteca Municipal “José María Gaviria Vélez” y del Centro Cultural del municipio. Y ya que mencionamos este activo centro, conviene mencionar que lleva el nombre de Gabriela White de Vélez, la inolvidable dirigente cívica y social frontineña, vilmente secuestrada y asesinada, madre de la actual Ministra de Educación, quien también es hija de ese municipio (como de origen frontineño es también el mejor de los actuales candidatos a la Vicepresidencia de la República, el ex gobernador Aníbal Gaviria Correa)

Del libro de Díaz, me parece importante destacar la manera en la cual resalta el papel de la mujer en la cultura de Frontino. Personalmente, me emocionó volver a leer los poemas de Irene Gaviria de Elejalde y Leontina Sanín, quienes, a pesar de su innegable altura poética, han sufrido el olvido y la falta de interés de nuestros conciudadanos por la cultura.
Este libro, en algunos de sus capítulos, es a la vez mosaico de las vidas de poetas y escritores, y una antología de lo más relevante de la literatura escrita por hijos de ese municipio. Y sería necesario que en esas mismas páginas figurara el propio autor, Díaz López, quien también es poeta. De su estro, son fruto los poemarios publicados “Donde acaba el silencio” (2002) y “En el otro lado del espejo” (2007) y otros que aún no han visto la luz.

Y la literatura ha sido solamente un renglón en el espectro de actividades culturales de Díaz, a quien, a pesar de su juventud (34 años), el tiempo le ha alcanzado también para profundizar en la composición musical, la Pintura, la Fotografía y el Teatro. Díaz ha fomentado con energía cada una de estas vertientes del arte, a través, no sólo del trabajo en el Centro Cultural del municipio, que ya mencionamos, sino también mediante la creación de grupos de Poesía y de Teatro y al escribir numerosos artículos en publicaciones nacionales e internacionales, entre las que se cuenta EL MUNDO, en cuya separata Antioquia podemos leer sus notas, quincenalmente.
En el momento, cuando ya ha culminado el proceso de escritura de la obra, Carlos Alberto Díaz se está encargando de conseguir las fotografías e ilustraciones necesarias, en pos de que este trabajo pase a imprenta lo más pronto posible. Ojalá el autor pudiera encontrar prontamente uno o varios editores patrocinadores, para que veamos publicado su libro en el próximo mes de agosto, cuando se celebren los 160 años de su constitución en distrito parroquial.